La tarcoteca

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martes, 11 de octubre de 2011

Brigada de los Mossos d'Escuadra asalta la Audiencia Nacional

El día 10 de octubre. 9 de los 22 “indignados”, citados por el acoso a los diputados en el parlament de Catalunya el día 15 de junio, se presentaron en la Audiencia Nacional para evitar su detención y prestar declaración. Los abogados se pusieron en contacto con el juez de instrucción Josep Miquel Porres, a la espera de que este contactase con el juez correspondiente de la Audiencia Nazional Eloy Velasco para realizar la declaración.


Hacia las tres de la tarde, seis jóvenes permanecían en la cafetería del complejo judicial esperando la respuesta de la Audiencia cuando una cincuentena de agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra irrumpieron en el recinto judicial, cubiertos con pasamontañas, para detener a los jóvenes. Durante el inusitado operativo, los agentes retuvieron también, para ser identificados, a los periodistas y abogados que se encontraban con ellos.

Alertado por uno de los abogados, el juez de guardia, que aún no había recibido ninguna respuesta de la Audiencia, se presentó en la cafetería donde, visiblemente irritado, llamó a los responsables del operativo a su despacho para que le dieran explicaciones sobre una actuación que él no había ordenado. El arresto había sido comunicado al juez Velasco, que, aunque no había ordenado las detenciones, sí había pedido que esas personas fueran puestas a su disposición. Público 11/10/11

http://www.publico.es/espana/400905/severa-censura-judicial-a-la-actuacion-de-los-mossos

Por una parte vemos el acoso al que se ha sometido a estas personas. El estado es capaz de disponer de un dispositivo de mil hombres armados para controlar un partido de futbol y no es capaz de desplegar a la paramilitar Brigada Móvil de antidisturbios para despejar el Parlament. Suponemos que se deseaba un Casus Belli contra el movimiento para poder criminalizarlo, maniobra que, por otra parte, no les ha salido bien.

El estado ha actuado con contundencia, de las 22 personas requeridas por la justicia se detuvo a 11, tratándoseles como a criminales de sangre, acosándoles en sus trabajo, en sus casas, en la calle. La policía “entrega citaciones”, para los nuevos, esta es una escusa para realizar una detención, es lo que les permite ejercer el acoso, investigar en nuestras vidas. La policía es feliz entregando citaciones, aunque sea por multas de tráfico. Es la escusa que necesitan para meternos en el calabozo con la escusa de ponernos a disposición judicial, lo cual se puede demorar 72h. En cuanto se sabe que existe una citación debemos ponernos en contacto con nuestro abogado, ir al juzgado y pedir audiencia. O huir.

Si la función de la policía es que las personas requeridas se presenten ante la justicia y estos se habían presentado ¿Qué pretendía? Nadie da puntada sin hilo, por lo que suponemos que este movimiento ha sido medido y pensado, como todos. ¿Cuál es la función de la policía? Defender el orden público, social, político y económico, y esto fue lo que hicieron, de la mejor forma que sabían. Con su actuación pretendían tres cosas:

-Este grupo paramilitar, terroristas de estado, es el que se despliega en las megarredadas televisivas, temían que los indignados llamasen refuerzos y acabasen asaltando la Audiencia.

-Este grupo de encapuchados, asesinos a sueldo, querían amedrentar a los compañeros, y ya que no les pudieron dar un repaso en la comisaría, les demostrarían con quién estaban jugando en el propio juzgado. Creyendose impunes actuaron.

-Este grupo de psicópatas, funcionarios descerebrados, desean justificar su sueldo y su trabajo. Necesitan intervenciones para justificar el presupuesto en ellos invertido y las prevendas de las que disfrutan (Horas libre, días libres, comisiones, horas extras…). Porque el que tiene una pistola va al campo a disparar, aunque sea sin ganas, solo porque la tiene.

El Alto Tribunal recalca que lo más grave es que los encausados ya se habían puesto a disposición del juez. Lo que realmente le dolió fue que no se le pidiese permiso para entrar en el tribunal, sintió sus derechos vulnerados. El juez puso el grito en el cielo, y en su rabieta pidió responsabilidades. Amigo, bien venido al mundo real. En cuanto se te pase el enfado les darás una palmadita en la espalda, no olvide su señoría que es la policía, y no los jueces, los garantes del orden social, y que una bala subvencionada puede llegar muy lejos, incluso a una empolvada peluca blanca.

La policía reafirma con este acto su autoridad e independencia sobre poder judicial.

Damas, caballeros, esto lo vemos todos los días. Ante el poder de las armas la carne es blanda, no hay oposición posible. Solo nos quede esperar que las semillas de la razón germinen, crezcan y engullan a estas máquinas violentas que se alzan entre nosotros y los responsables de que el mundo sea cada vez más un estercolero.

Salud.

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